26 de enero de 2009

Riesgo legal - ¿Tendré una inspección de hacienda? ¿las nuevas exigencias legales me obligarán a reformar mi local?

Podríamos definir el riesgo legal como la posibilidad de que nuestra carnicería incurra en pérdidas como consecuencia de cambios legales (una ley que exija una cámara frigorífica con unas determinadas características que la mía no cumple), o el incumplimiento de alguna normativa legal vigente (por desconocimiento, no cumplo con una normativa sobre manipulación de alimentos y me imponen una sanción).

Algunos ejemplos de pérdidas conocidas son:

  1. La reforma de la ley antitabaco supuso que muchos establecimientos públicos tuvieran que habilitar zonas para fumadores y no fumadores, con la consiguiente inversión. Con el añadido de que es posible de que una nueva ley prohíba fumar en estos locales lo que implicaría que la inversión no ha servido para nada.

  2. Las leyes lingüísticas de las diferentes comunidades autónomas españolas que van obligando al etiquetado de productos en la lengua regional, o la posibilidad del uso de la misma en la atención a los clientes, pueden suponer una inversión de dinero sin que vaya a obtener ningún beneficio por ello.

  3. La reciente reforma contable (nuevo plan general de contabilidad) que adapta parcialmente la normativa española a las normas internacionales de contabilidad, ha supuesto una inversión importante para las empresas en programas informáticos y formación, sin que exista ningún beneficio directo en el caso de pequeños negocios.

  4. El hecho de tener una inspección de hacienda en mi carnicería sería un riesgo fiscal. En muchas ocasiones, sin ser conscientes necesariamente de ello, podemos estar incurriendo en faltas fiscales que en caso de inspección nos pueden suponer un grave perjuicio económico.

En definitiva, los cambios legales o el incumplimiento normativo, pueden suponer pérdidas relevantes que obliguen a cerrar a nuestra carnicería, o a asumir gastos que no se van a traducir en mayores beneficios.

La gestión del riesgo legal es muy compleja ya que por desgracia depende del pie con el que se levanten ese día los políticos, y en ocasiones somos incapaces de conocer y cumplir toda la normativa que es aplicable a nuestro negocio.

En general, las empresas grandes son capaces de influir en la regulación, y en el caso de las empresas pequeñas y autónomos tratan de hacerlo, con mayor o menor éxito, a través de grupos de presión como la patronal, o asociaciones de comerciantes.

Como en otros riesgos, la gestión del riesgo legal implica asumirlo (es lo que hacen la mayoría de las empresas, y en sí mismo no es malo, pero deben ser conscientes de los riesgos que corren), externalizarlo (traspasar a otro el riesgo) o mitigarlo (llevar a cabo procedimientos que permitan reducir su probabilidad o impacto).

  1. Externalizarlo: una posibilidad para estar al tanto de los cambios normativos es contratar los servicios de una asesoría legal especializada en nuestro sector (en nuestro caso la carnicería), o pertenecer a una asociación de profesionales. Esto nos ayuda a conocer los cambios normativos, y por tanto a reducir el riesgo de incumplimiento. Lo mismo sucedería si contratamos una asesoría fiscal.

  2. Mitigarlo: tener una persona en plantilla dedicada a la revisión de normativa puede ser una alternativa si la empresa tiene un tamaño suficientemente grande.

Por último, señalar que de cara a plantear una inversión en cualquier país, es muy importante que exista estabilidad normativa. A mayor inestabilidad normativa, mayores posibilidades de incurrir en pérdidas por cambios legales. En este contexto, la existencia cada vez más en España de 17 marcos legales no ayuda a la estabilidad, ni a la realización de inversiones, y en determinados países latinoamericanos, las alternancias de gobierno, o las imposiciones semidictatoriales tampoco.

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22 de enero de 2009

Riesgo de crédito – Cuando no existe financiación

La semana pasada leí un artículo en The Economist llamado “The Layaway way” que explica lo que están haciendo algunas compañías estadounidenses para asegurar el cobro por la venta de productos o la prestación de servicios.

Realmente no es algo novedoso, y es perfectamente aplicable en economías en las que no se tiene acceso al crédito (lamentablemente en la situación actual en cualquier parte del mundo existe restricción al crédito). En lugar de que la empresa financie al cliente, es el cliente el que va ahorrando para hacer frente al coste del producto, y si finalmente no lo compra se le devuelve el dinero, pero no se le da el producto hasta que ha acabado de pagarlo.

En la postguerra española y hasta los años 60 era una práctica muy habitual para la compra por ejemplo de joyería. La gente iba a la joyería daba 20 ó 50 pesetas y le sellaban una cartilla. Al de unos meses se iba a la joyería y se compraba el artículo deseado. De esta manera el comercio aseguraba el cobro y los clientes que no podían acceder a financiación iban ahorrando para la compra del artículo.

Lo que me sorprende del artículo es que las compañías cobren por este servicio, cuando podría parecer desde nuestra óptica latina, que si estoy adelantando dinero, me deberían hacer un descuento especial a la hora de la compra. Por ejemplo, si vas pagando mes a mes una televisión, al de 6 meses, la tele que elijas te sale un 10% más barata.

Si tal y como anuncian algunos economistas estamos ya en deflación, esta forma de pago puede resultar especialmente interesante para los clientes.

La lección es que el pasado nos puede ayudar a enfrentar con imaginación la gestión de riesgos en el entorno actual, y como dije en mi post anterior sobre riesgo de crédito, lo importante no es vender sino cobrar.

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15 de enero de 2009

Entradas para no olvidar: enero 2009

Prácticamente desde que nació RichDadClub.es, existe un sistema de valoración de entradas para que aquellas que más gusten o más interés despierten estén siempre a mano. En la barra lateral derecha aparecen en todo momento las 10 entradas más valoradas y las 10 más votadas.

Para evitar que caigan en el olvido, recojo aquí todas las entradas que a pesar de haber recibido una buena valoración no están según los criterios actuales entre las más valoradas o las más votadas. Se quedan fuera aquellas que no alcanzan suficientes votos como para aparecer en el informe sobre RichDadClub.es de Qualitativo.com.

TítuloVotosMedia
Tardamos más en elegir la tapicería del coche que un fondo de inversión214.33
Consultorio: ¿Por qué baja la renta fija?274.22
La regla del 72474.19
Otra visión sobre la inversión inmobiliaria474.17
Principio de ondas de Elliot284.11
El futuro fue ayer594.05
JASP*, ¿y de cultura financiera qué?314.03

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12 de enero de 2009

Riesgo de liquidez - ¿Podré atender el pago de la nómina de mis empleados? ¿Podré vender mi vieja casa para pagar la nueva?

El riesgo de liquidez podría definirse como las pérdidas que nuestra carnicería pueda sufrir como consecuencia de no poder atender los compromisos de pago con terceros, como consecuencia del desfase entre las deudas a pagar inmediatas y los cobros esperados a medio/largo plazo.

Pongamos el caso de que nuestra carnicería ha comenzado a vender mucha cantidad de género a restaurantes, y éstos me dicen que me pagarán al cabo de 90 días. Sin embargo, mi proveedor de carne en el matadero me exige el pago al contado. En estas circunstancias, si no tengo un dinero disponible para atender los pagos del corto plazo (nóminas de empleados, recibos de luz, agua, gas…) puedo ir a pedir un préstamo al banco para que financie mi circulante (las deudas que mis clientes tienen conmigo a corto plazo) y en caso de que me lo denieguen tendré un problema de falta de liquidez y podré incurrir en una suspensión de pagos.

La falta de liquidez es uno de los problemas principales de la crisis económica que vivimos actualmente. Los bancos han prestado mucho dinero a las familias mediante hipotecas pagaderas generalmente a 30 años y para financiarse por un lado han lanzado emisiones de bonos entre 3 y 5 años, han captado depósitos de clientes con vencimientos a 1 ó 2 años, y sobre todo financiación interbancaria entre 1 día y 6 meses generalmente.

La quiebra de algunos bancos americanos y las dificultades en otros muchos americanos y europeos ha llevado a que los bancos no se fíen entre ellos, y que el Banco Central Europeo, la Reserva Federal Estadounidense y otros Bancos Centrales hayan dado liquidez absoluta a los bancos para que no suspendan pagos.

A su vez, los bancos han reducido los préstamos y líneas de crédito que conceden, ya que no tienen liquidez para prestar, al tener que ir pagando los depósitos de clientes y la financiación de bancos centrales y los vencimientos de los bonos emitidos.

En esta situación, nuestro banco habitual nos ha denegado el crédito y no hemos podido pagar la nómina de los empleados de nuestra carnicería, nos han cortado la luz y el teléfono y hemos tenido que cerrar 3 meses hasta que mis clientes han pagado la deuda que tenían conmigo.

Muchos de los resonados problemas empresariales de los últimos años se han debido no a problemas patrimoniales (quiebras) que implican que las sociedades no tienen patrimonio, sino a problemas financieros de falta de liquidez, que implican que las sociedades sí tienen activos que valen dinero, pero no los pueden vender a corto plazo para satisfacer sus deudas y se ven obligadas a la suspensión de pagos, y en ocasiones al cierre de la actividad porque en la venta forzosa y rápida de esos activos no recuperan su verdadero valor.

¿Estamos expuestos como individuos al riesgo de liquidez? Sin lugar a dudas sí. Todos aquellos que hemos comprado una casa mediante una hipoteca tenemos una gran exposición a este riesgo. Tenemos un activo con un valor muy considerable, pero poco líquido (tardaríamos mucho en venderlo, salvo que lo hiciéramos a un precio muy bajo), y por otro lado tenemos que atender todos los meses el pago de la hipoteca. En el supuesto en el que un mes dejemos de tener ingresos (retrasos en la nómina, situación de paro…) no podemos atender el pago de nuestra hipoteca. No tenemos un problema patrimonial (el activo que tenemos en condiciones normales debería valer más que la deuda que tenemos contraída con el banco), pero sí de falta de liquidez. Este problema puede ocasionar la ejecución forzosa de la casa (la hipoteca) y que sea vendida a un precio muy reducido, lo que me generará un problema patrimonial ya que tendré pérdidas.

¿Cómo gestionar el riesgo de liquidez? Como todos los riesgos podemos externalizarlo, asumirlo o mitigarlo.
  1. La externalización supondría la contratación de una asesoría que nos llevase la gestión financiera, la gestión de cobros y pagos, las líneas de crédito con bancos…
  2. Para mitigarlo se pueden llevar a cabo diferentes acciones:
    1. En la medida de lo posible cobrando al contado o a plazos cortos. Cuanto más “cobrables” sean nuestros activos a corto plazo, mejor.
    2. Negociando con nuestros acreedores pagar las deudas a largo plazo, préstamos a largo plazo en lugar de a corto plazo harán que podamos atender mejor los vencimientos.
    3. La relación entre cobros y pagos y sus vencimientos debe ser en la medida de lo posible proporcional. Los activos (inversiones) a largo plazo debemos financiarlos con pasivos (financiación) a largo plazo, y los activos a corto plazo, podemos financiarlos con pasivos a corto o a largo.
    4. Tener planes de tesorería a corto plazo (saber qué pagos voy a tener en los próximos días) y planes anuales (prever mis necesidades de liquidez a largo plazo, y procurar gestionar mis financiaciones a largo plazo).
    5. Si tengo muchas necesidades de liquidez, tener abiertas líneas de crédito en varias entidades financieras me puede ayudar en tiempos de falta de liquidez como el actual.
  3. En cualquier caso, éste es un riesgo que debemos asumir, tener muy en cuenta y gestionarlo.

De hecho, los departamentos financieros de las PYMEs dedican una gran parte de su tiempo a la gestión de bancos (gestión de la liquidez a corto plazo). Llevan previsiones de tesorería que se cumplen más o menos, y descuentan efectos, letras, pagarés, facturas… para atender los pagos a corto plazo. Sin embargo, por desgracia, la mayoría de las empresas no se para a realizar planes de liquidez a medio / largo plazo porque la vorágine del día a día se lo impide. De nuevo, la asunción del riesgo no implica gestionarlo (gestión implica acción).

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7 de enero de 2009

Riesgo de mercado - ¿Subirá el precio del cerdo? ¿me subirá el interés de la hipoteca?

Podríamos definir el riesgo de mercado como la posibilidad de que nuestra carnicería incurra en pérdidas de valor como consecuencia de efectos adversos en los precios a los que está expuesta (por ejemplo, su materia prima).

Generalmente se tiene la falsa creencia que el riesgo de mercado es algo que sólo tiene la gente que invierte en bolsa, porque es algo que se suele asociar al precio de las acciones, pero nada más lejos de la realidad. El riesgo de mercado, al igual que riesgo de crédito o el operacional, es un riesgo que está en nuestro día a día.

Ejemplos de riesgo de mercado serían los siguientes:
  1. Suben los precios de mis materias primas, por ejemplo la carne de cerdo, y yo no tenía carne en la cámara frigorífica. Por tanto, tengo que comprar la carne más cara que un competidor que sí había comprado carne hace una semana, y por tanto puede venderla más barata. Ejemplos parecidos sucederían con el precio de cualquier materia prima como la gasolina, los alimentos…
  2. Bajan los precios de mis materias primas, y yo tengo carne en stock en el congelador. Mi competencia no se había abastecido, así que pueden vender más barato. Similar caso al anterior, pero en sentido contrario.
  3. Voy al banco y me ofrecen una hipoteca a tipo de interés variable referenciada al euribor mas un diferencial del 0,5%. Si suben los tipos de interés tendré que pagar una cantidad mayor cada mes. Es decir, estoy expuesto a las subidas de tipos.
  4. Decido aprovechar que el cambio del dólar es muy favorable (por ejemplo, pongámonos en agosto cuando el tipo de cambio estaba sobre 1,6EUR/USD) y planifico un viaje para noviembre. Cuando voy a Nueva York a realizar mis compras de navidad, el tipo de cambio es 1,3EUR/USD, un 20% más caro.

Existen distintos riesgos subyacentes al riesgo de mercado: precio de las acciones, tipos de interés, inflación, materias primas, spreads de crédito…

Lo principal para gestionar este tipo de riesgo es conocer en qué medida estamos expuestos al mismo, y tomar de nuevo decisiones de asumirlo, traspasarlo o mitigarlo. ¿Qué medidas podríamos tomar para reducir nuestro riesgo de mercado? Pongamos el caso de que suben o bajan los precios de mi materia prima (el cerdo).
  1. Traspasarlo: la mejor manera de gestionarlo, sería traspasar esas subidas y bajadas al cliente. Si sube el cerdo, subo el precio final, o si baja el precio del cerdo, disminuir lo que cobro a mis clientes. Pero esto a veces no resulta sencillo porque la gente no es indiferente al nivel de precios (haré algún día un post sobre precios y riesgo).
  2. Asegurarlo: contratar con mi banco un seguro sobre el precio del cerdo (aunque pueda parecer extraño existen mercados de futuros sobre prácticamente todas las materias primas). Esto me garantiza un precio medio garantizado del cerdo durante todo el año, por lo que yo podría seguir una política estable de precios, en lugar de tener que subir y bajar el precio final al cliente. Existen dos problemas: el primero es que el banco exige unos niveles altos de cobertura para acudir al mercado, y el precio puede ser alto; el segundo, es que una política estable de precios puede que no sea buena en función de qué haga la competencia.
  3. Asumirlo: Sé que por la naturaleza de mi actividad (la carnicería) mi principal riesgo es el precio del cerdo, es difícil gestionarlo. Estudio si existen periodos o ciclos en los que el cerdo es más barato o más caro, y me aprovisiono en los más convenientes. Asumo un riesgo, pero lo conozco y lo gestiono.

Aunque parezca mentira, todos aquellos de nosotros que hemos contratado una hipoteca a tipo de interés variable, consciente o inconscientemente, estamos especulando.

Imaginémonos que pedimos al banco una hipoteca a 30 años de 300.000 euros. En el banco nos dan dos alternativas, una hipoteca a tipo variable al Euribor 12 meses más un 0,50%, o una hipoteca a tipo de interés fijo al 5,5%. En el momento que contrato la hipoteca entre mi pareja y yo, tenemos un sueldo de 2.500 euros, y el Euribor 12 meses está al 2,5%.
  1. En el caso de tomar la hipoteca a tipo variable, la cuota inicial sería de 1.265 euros al mes.
  2. En el caso de tomar la hipoteca a tipo fijo, la cuota sería de 1.700 euros.

Al final del año nos han subido el sueldo de acuerdo al IPC oficial, el 3%, y ganamos 2.575 euros. Sin embargo, supongamos que los tipos variables han pasado del 2,5% al 5,5%. El pago mensual si tengo una hipoteca variable ha pasado a ser 1.800 euros mensuales (535 euros más al mes, y sólo gano 75 euros más). En el caso de la hipoteca a tipo fijo, sabemos que siempre vamos a contar con 800 euros al mes para gastar, mientras que en la hipoteca a tipo variable nuestro gasto mensual dependerá del precio del tipo de interés.

Quizás haya gente que no lo recuerde, pero en los años 80 y 90 los tipos estaban por encima del 10%.

Los bancos gestionan los riesgos de mercado cerrando las posiciones abiertas, es decir, si están expuestos a subidas de tipos de interés, mediante instrumentos financieros como los Interest Rate Swaps (permutas financieras) contratan la posición contraria con el objetivo de que no les afecten las subidas, ni las bajadas de los tipos de interés.

De nuevo, el riesgo de mercado está presente en todas nuestras acciones, y es importante saber qué subidas o bajadas de precios pueden llegar a afectar a nuestro negocio.

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