La semana pasada
Mario nos proponía los
hoteles urbanos distribuidos, yo voy a proponer los hoteles donde sólo pagues lo que uses.
Los hoteles tienen una infraestructura que se utiliza fundamentalmente por la noche y con unos requisitos temporales muy estrictos. Pagamos por usar la habitación desde que llegamos hasta las 12.00 del día siguiente. El caso es que muchas veces estamos pagando un día entero por unas pocas horas de uso. Además, si llegamos de madrugada y queremos seguir más allá de las 12.00 tenemos que pagar dos días enteros. La razón de esto es que el servicio de limpieza que tienen los hoteles funciona únicamente por la mañana para ser más eficientes en costes.
Ahora bien, ¿podríamos ofrecer un servicio a la medida del cliente a mejor precio? Dado que tenemos una infraestructura que permanece ociosa casi todo el día yo creo que sí. ¿Por qué no cobrar por el uso real de las habitaciones y vender su uso varias veces a lo largo del día? Hace unos años esto era completamente impensable, pero los usos y costumbres están cambiando y ya no está tan claro que todo el que usa un hotel lo haga dentro del patrón estándar.
Imaginemos una zona en la que haya movimiento diurno y nocturno de turistas. Con esta forma de trabajar estaríamos cubriendo las necesidades de un número cada vez mayor de viajeros: turistas que van a dormir unas pocas horas y el resto del día no van a utilizar para nada el hotel, gente que sale de fiesta en otra ciudad y no quiere dejar el hotel a las 12.00, ejecutivos que no pueden ir a casa a la hora de la comida pero quieren echarse una siesta, parejas que necesitan una habitación para un rato...
El cobrar por horas en todos estos casos permite ser muy competitivos. Evidentemente, la primera hora sería mucho más cara dado que incluiría la limpieza de la habitación, el cambio de sábanas, etc. A partir de ahí, cada hora adicional tendría un coste que podría variar en función de la demanda que hubiera a distintas horas del día. Ya que la mayoría de la gente usa la habitación por la noche, se podría poner un precio más caro a esas horas y uno más barato al resto para incentivar el uso del hotel durante todo el día.
Para los que tengan pensada una estancia de varios días, se podría intentar ofrecerles siempre la misma habitación, además, se podría habilitar una zona de consignas para que dejasen sus maletas de un día a otro. Esto es un poco incómodo pero todos sabemos que, si estas pequeñas incomodidades se reflejan en una reducción del precio del servicio, se suelen digerir bien. Por supuesto, si el uso diurno no alcanza el 100% se podrían dedicar algunas habitaciones a servicio de hotel tradicional, con tarifas por hora especiales para estancias largas, manteniendo siempre la filosofía de pagar sólo por las horas reales de uso, desde que se entró hasta que se dejó la habitación.
Para simplificar al máximo la operativa y reducir las necesidades de personal, se podría utilizar una máquina expendedora de tarjetas magnéticas para pagar. Al llegar se introduciría la tarjeta de crédito y una vez validada, la máquina daría la llave de la habitación. Al depositar la llave al salir se consideraría la habitación libre y se procedería a hacer el cargo en la tarjeta. Por supuesto, esta máquina se podría integrar con un sistema de reservas online para aquellos que planifiquen la estancia con antelación.
Por otro lado, en la habitación podría haber máquinas de vending conectadas a la principal que darían el servicio de minibar añadiendo lo consumido a la cuenta de la habitación. Lo mismo se podría hacer para la televisión de pago o para los videojuegos.
Al llegar a un porcentaje predeterminado de habitaciones usadas y no limpiadas, se notificaría a la persona o empresa encargada de la limpieza para que se acercase. La propia máquina expendedora podría darle las llaves de las habitaciones a limpiar, así como la lista de productos a reponer en la máquina de vending de cada habitación. Al depositar de nuevo las llaves en la máquina se marcarían esas habitaciones como limpias y listas para un nuevo uso.
Para la limpieza de las sábanas se podría llegar a un acuerdo con alguna tintorería de la zona. La idea sería asegurarles trabajo en sus horas valle, eso les permitiría aprovechar su infraestructura por lo que las condiciones de contratación podrían ser bastante ventajosas.
Por supuesto, haría falta una persona para atender cualquier problema pero ni siquiera sería imprescindible que estuviera físicamente en el hotel. Con un interfono en las máquinas expendedoras se podría establecer comunicación con un call center y tener un par de personas de mantenimiento que pudieran acercarse en caso de necesidad.
Para el tema de los desayunos, suponiendo que se considere interesante ofrecerlo, se podría hacer que la máquina expendedora diese un bono para consumir en alguna cafetería de la zona, incluyendo por detrás el plano para llegar del hotel a la misma. Alcanzar un acuerdo para pagar a la cafetería los desayunos que se consuman a posteriori no debería ser problemático.
Si alguien tiene un hotel en el que le gustaría probar el concepto estaré encantado de colaborar en el desarrollo de la idea.
Por cierto, un hotel es un caso particular del modelo de cobro por el uso de una infraestructura que comentaba Mario en
El cibercafé [Carta abierta a J.]. Así que todas las ideas que da en esa entrada serían aplicables para completar esta idea de negocio.
Actualización 23/07/06: Debo reconocer a Antonio Domingo de
Fenix Media la paternidad de gran parte de las ideas en las que se basa esta entrada, y pedirle disculpas por no haberlo hecho antes.
Estoy seguro de haber leído su artículo
Retar lo establecido con las Listas de Comprobación, al que ha dejado un enlace en la sección de comentarios.
Lamento mucho no haberle citado en la entrada original, sólo puedo alegar que cuando escribí el artículo no recordaba dónde había leído sobre darle una vuelta al concepto de hotel, y tampoco recordaba que ese artículo hiciese también referencia a temas como el precio por horas o la automatización de la recepción.
Etiquetas: Jaizki