Cashflow para niños
Hace algún tiempo le dejé el Cashflow for Kids a Eugenia Cusí, a la que quizás recordéis por habernos enviado el vídeo 15 días en agosto -actualmente la segunda entrada más valorada-. Hoy publico una colaboración de Euge explicando su experiencia usando el Cashflow for Kids con sus hijos. Muchas gracias, Euge.
Siempre he dicho que me he esforzado mucho por aprender y entender como funcionan "las cosas del dinero". El dinero, para mí "un mal necesario", algo que no me atrae ni motiva pero que entiendo que es uno de los pilares de nuestro "sistema", así que más me vale tenerlo de aliado...
A pesar de que me he formado a conciencia (con evidentes pobres resultados...), nunca lo vi tan claro ni tan "obvio" como cuando leí "Padre Rico, Padre Pobre". Y esta obviedad es la que he visto comprender a mis hijos jugando a Cashflow for Kids (la versión para niños de Cashflow 101) este verano.
Tengo 3 hijos, de 7, 5 y 3 años. A Pablo, el pequeño, le viene muy justo el tema todavía, pero la experiencia con Salva y Javi está siendo absolutamente increíble. En un par de partidas se hacen perfectamente con la dinámica del juego, hasta el punto de saber explicar a otros cómo funciona (aunque no es algo trivial, que al abuelo le ha costado más comprenderlo...).
Es impresionante ver cómo pueden manejarse con una cuenta de resultados y un balance. Cómo empiezan a distinguir (¡sí! ¡a estas edades tan tempranas ya lo hacen!) entre acciones, negocios y casas para alquilar. Cómo su pequeña-gran intuición ya les dice si es interesante o no adquirir según qué activos. Cómo NO les gustan los costosos caprichos del juego, que luego reclaman hasta la saciedad en la vida real (ahí un potente argumento para cambiar su percepción de los caprichos...). Y cómo les gusta salir de la carrera de la rata y recibir su medalla... ¡¡y seguir jugando!!
Ellos quizás no entiendan de salario, ingresos pasivos y gastos, pero entienden perfectamente que "gana" quien tiene más circulitos verdes (ingresos pasivos) que cuadrados rojos (gastos). Seguramente ahora no comprendan todo el significado de lo que hacen, pero está claro que han sembrado una semilla en relación a su concepción sobre el dinero y cómo utilizarlo.
A veces pienso que me hubiese encantado tener esta oportunidad siendo yo una niña, pero desde luego viéndolos a ellos y su naturalidad para asimilar lo que nos han contado como tan complejo, contribuyendo a su "financial IQ" que dice Kiyosaki, eso de por sí ya es una inmensa recompensa, además de todo lo que yo estoy aprendiendo... ¡de rebote! (hacer de banca en este caso es como un intensivo de partidas de Cashflow 101...)
Animo a papás, mamás, tíos, abuelos, educadores y demás personas en el entorno de los niños a que les ayudemos a poner "el Dinero" en su justo lugar, que sirva para lo que ha de servir, ni más ni menos, pero eso sí, que les sirva (y no al revés...). Visto lo visto, no parece ya algo tan difícil... ;-)
Ojalá la experiencia de Euge sirva para que más gente se anime a empezar a enseñar a los niños desde pequeños el funcionamiento del dinero. La mente de un niño está abierta a las nuevas ideas, pero al hacernos adultos nos cuesta cambiar mucho nuestros patrones de pensamiento, incluso si somos conscientes de que son erróneos.
Etiquetas: colaboración, Jaizki
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