7 de junio de 2007

Criterios clásicos de valoración y selección de inversiones (I)

El concepto de inversión es uno de los conceptos económicos más difícil de delimitar. La definición más general que se puede dar es que, mediante la inversión, tiene lugar el cambio de una satisfacción inmediata y cierta a la que se renuncia, contra una esperanza que se adquiere y de la cual el bien invertido es el soporte.

A la hora de invertir nos encontramos con un problema fundamental: determinar la rentabilidad del proyecto de inversión para decidir si éste conviene o no llevarlo a cabo, y además, cuando se dispone de una lista de alternativas de inversión, éstas se podrán ordenar de mayor a menor rentabilidad, con el objeto de priorizar las más rentables.

Hay una serie de métodos que no actualizan los ingresos obtenidos en distintos momentos de tiempo, con lo que consideran igualmente deseable un beneficio del primer año que un beneficio de un año posterior.

Dado el gran número de criterios que existen, voy a empezar con los que no actualizan el valor de los ingresos futuros:

Criterio del flujo neto de caja total por unidad monetaria comprometida.

Este método consiste en sumar todos los flujos de caja y luego, el total se divide por el desembolso inicial, obteniendo así el “flujo neto total medio por unidad monetaria comprometida” en la inversión.

Cuando dicho flujo sea mayor de la unidad, interesa realizar la inversión ya que de lo contrario la inversión no permitiría recuperar el capital invertido. Sólo la parte que excede a la unidad es rentabilidad en sentido estricto, porque la otra parte es recuperación del capital.

Criterio del flujo neto de caja medio anual por unidad monetaria comprometida

Este criterio es el cociente entre el flujo neto de caja medio anual y el desembolso inicial.

Si la inversión, como es habitual, origina desembolsos no sólo en el momento presente, sino también en los primeros años de vida, se debe tomar como desembolso la suma de estos flujos negativos.

Criterio del plazo de recuperación o “payback”.

El plazo de recuperación es el tiempo que tarda en recuperarse (amortizarse) el desembolso inicial.

Según este criterio, las mejores inversiones son aquellas que tienen un plazo de recuperación más corto, aunque esto es discutible: no considera los flujos netos de caja obtenidos después del plazo de recuperación y tampoco tiene en cuenta la diferencia en los vencimientos de los flujos obtenidos antes del plazo de recuperación (como ninguno de los métodos aquí expuestos)

Criterio de la tasa de rendimiento contable.

Este método es el que mejor se ajusta a la información facilitada por la contabilidad.

Se calcula mediante el cociente entre el beneficio contable anual (después de haber deducido la amortización y los impuestos) y el desembolso inicial de la inversión. Se incluyen la inversión en activo fijo y también en activo circulante.

Este método utiliza el concepto de beneficio y no el de flujo de caja. Contablemente, los ingresos se contabilizan cuando se generan aunque no estén efectivamente cobrados, por lo que los beneficios no se pueden invertir en un activo productivo o repartir en forma de dividendos hasta que no se cobran. El rendimiento contable no tiene en cuenta si esos beneficios están cobrados o no.

Desde luego lo más conveniente es que no sólo cuadren los números sino que la inversión se adapte a nuestros gustos. Cuanto más nos agrade nuestra inversión, más tiempo e interés le dedicaremos.

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3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Muy buen aporte solo un pequeño fallo:


Criterio del flujo neto de caja medio anual por unidad monetaria comprometida

Este criterio es el cociente entre el flujo neto de caja medio anual y la DURACIÓN de dicho proyecto.

18:23  
Anonymous Jaizki dijo...

Gracias por la aportación, anónimo.

17:06  
Anonymous Jaizki dijo...

Gracias por la corrección, anónimo.

17:07  

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