1 de febrero de 2006

JASP*, ¿y de cultura financiera qué?

Debo agradecer a Wilhelm Lappe el enlace que ha dejado, en la sección de comentarios de ¿Tú también trabajas para tu casa?, al artículo La juventud exige "Operación Manguitos" ya! del Sr. Martínez

En este artículo se analiza un estudio de la Fundación BBVA, de marzo de 2005, sobre una encuesta a tres mil universitarios. Alguno de los datos que resalta el Sr. Martínez son:
  • Menos de la mitad de los universitarios tiene entre sus planes buscar trabajo cuando acabe la carrera. El resto espera prolongar sus estudios..
  • A más de un 25% le gustaría trabajar en la Administración.

El propio Sr. Martínez indica que este último porcentaje debe ser aún mayor. Él habla de una encuesta previa de Accenture que indicada un 46%, en línea con lo que se obtendría sumando, al 25% anterior, el 22% de interesados en enseñanza e investigación (11% en cada una).

En un comentarios a este artículo del Sr. Martínez, Consultor Anónimo, daba una visión del tema que creo muy extendida.
Creo que es un problema generacional. La generación anterior tuvo que dejarse "la piel en el pellejo" para sobrevivir y crearse un futuro mejor que el que habían "heredado" de la posguerra.

Ahora, hay una generación que desde que nació ha tenido de todo (generalizando), en familias mucho menos numerosas que la vez anterior, no ha tenido que trabajar para aportar en casa, sino que se ha podido permitir VAGUEAR durante años a costa de sus padres, que no tienen prisa por buscar ni trabajo ni vivienda (si quisieran ya encontrarían, ya, que ejemplos bien que hay... pero es mejor fundirse la pasta en fiestas, vacaciones, coches y similares que currar como un animal para pagar la hipoteca).

Mi impresión personal es que, independientemente de las notables diferencias en muchos aspectos entre las generaciones anteriores y ésta, estos datos no suponen un cambio real con respecto a generaciones pasadas. Lo que ha cambiado no es la mentalidad de la gente, lo que ha cambiado es el mercado laboral.

Esta personas, creo que buscan exactamente lo mismo que buscaban sus padres y abuelos, una puesto de por vida, una subida de sueldo anual y una jubilación holgada. El problema es que, lo que antes se podía conseguir en cualquier empresa de cualquier sector, ya solo lo ofrece la Administración, así que todos quieren ser funcionarios.

Aunque hay casos de gente que efectivamente vive como comenta Consultor Anónimo -a mi juicio debido a que los padres de las últimas generaciones han delegado su papel educador en las escuelas, cuando éstas están para enseñar y no para educar-, no es menos cierto que la generación que nacimos entre 1965 y 1980 vamos a ser la primera desde la posguerra que vivirá de media peor de lo que lo hicieron sus padres. Es, como explican genialmente en El País, la generación de los mil euros.
"El mileurista es aquel joven licenciado, con idiomas, posgrados, másters y cursillos (...) que no gana más de 1.000 euros. Gasta más de un tercio de su sueldo en alquiler, porque le gusta la ciudad. No ahorra, no tiene casa, no tiene coche, no tiene hijos, vive al día... A veces es divertido, pero ya cansa (...)"

"Con estos jóvenes se crearon unas lógicas expectativas. La generación anterior, la mía y la de mis hermanos menores (yo nací en el 46), creció con las vacas gordas, pudo cumplir el sueño de matar al padre, esto es, de superarlo en todo: mejor casa que los padres, mejores trabajos... Pero para estos mileuristas, que han tenido, paradójicamente, mejores oportunidades en forma de estudio, el futuro no estaba donde debía de estar"

Con ese panorama, ¿cómo nos puede extrañar que los universitarios quieran entrar en la Administración o seguir estudiando?

Está claro que es imposible que todos acaben de funcionarios, y el mercado laboral ofrece lo que ofrece. ¿Qué alternativas hay?

Como comenté en La apuesta segura, en mi blog personal, a raíz del artículo ¿Qué te apuestas? de Andrés Pérez Ortega en Marca Propia, en el que planteaba que esta situación favorecería un mayor espíritu emprendedor -algo que parece contrario a los resultados de la encuesta-, yo defiendo que la apuesta más segura para no naufragar en el turbulento mercado laboral actual, es que cada uno se convierta en dueño de su futuro profesional. Como explica Mr. Andorra, ser un Agente Libre, ser su propia empresa aunque trabajen siempre por cuenta ajena.

¿Pero es esto todo lo que podemos hacer? ¿Mentalizarnos de que somos nuestra propia empresa y mantener nuestra empleabilidad para poder decidir?

Creo que hay algo más, podemos educarnos financieramente.

Actualmente la inmensa mayoría de la población está en una fase de ignorancia inconsciente respecto a la cultura financiera. No son conscientes de todo lo que ignoran, ni de su importancia. Si tuviesen esa cultura, no dependerían tanto de que una empresa les garantice un trabajo fijo hasta la jubilación, y de que después el Estado les garantice una pensión. Generaciones anteriores han podido vivir sin cultura financiera porque la situación del mercado laboral y las arcas del Estado se lo han permitido, para las nuevas generaciones eso se acabó.

* El termino JASP -Joven Aunque Sobradamente Preparado- se debe a un anuncio de Renault Clio en el que una candidato a un puesto, joven aunque sobradamente preparado, es rechazado por alguien que aparentemente sabe menos que él.

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